Un trabajador tiene la posibilidad de solicitar la capitalización del paro para recibir su prestación en un pago único cuando decide emprender tras quedarse en desempleo. Este importe, bajo ciertas condiciones, está exento de tributar en el IRPF. Sin embargo, si se incumplen los requisitos, es necesario regularizar la situación fiscal.
¿En qué consiste la capitalización del paro?
La capitalización del paro es una opción que permite a los desempleados recibir toda su prestación en un solo pago para destinarla a iniciar una actividad económica. Es una alternativa interesante, ya que no solo proporciona liquidez inmediata para poner en marcha un negocio, sino que además tiene ventajas fiscales porque el importe recibido está exento de tributar en el IRPF.
Las condiciones para que la capitalización esté exenta.
Para beneficiarse de esta exención, el trabajador debe cumplir ciertos requisitos relacionados con la inversión del dinero y la duración de la actividad.
La cantidad percibida debe destinarse a una de estas opciones:
- Trabajador autónomo: se debe iniciar una actividad como autónomo, salvo en el caso de los trabajadores autónomos económicamente dependientes (TRADE) que firmen un contrato con una empresa con la que ya trabajaban antes de quedar en desempleo.
- Cooperativa o sociedad laboral: puede constituirse o incorporarse como socio trabajador de forma estable.
- Sociedad mercantil: es posible aportar el capital a una sociedad constituida en los 12 meses previos, siempre que el trabajador tenga el control efectivo de la empresa, trabaje en ella y se dé de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
El trabajador debe mantener la actividad durante cinco años:
- Si el trabajador se dio de alta como autónomo, debe mantener la actividad al menos cinco años.
- Si invirtió en una sociedad, no puede vender su participación antes de ese mismo plazo.
Capitalización del paro y tributación en el IRPF: ¿Qué pasa si se pierde la exención?
¿Qué pasa si se incumplen los requisitos?
Si el trabajador deja la actividad económica que inició antes de los cinco años o vende sus participaciones en la sociedad, pierde el derecho a la exención fiscal y debe regularizar su situación en la declaración del IRPF correspondiente al año en que se produjo el incumplimiento.
Cómo regularizar la situación.
El trabajador debe declarar el importe inicialmente exento en su declaración de la renta, abonando la cuota de IRPF que no pagó en su momento. Además, Hacienda aplicará los intereses de demora.
Por ejemplo, un autónomo recibió 20.000 euros de capitalización del paro en 2020 y en 2023 cierra su negocio. En la declaración del IRPF de 2023 deberá incluir ese importe como renta del trabajo y pagar el IRPF correspondiente con intereses.
Posibilidad de la reducción del 30% en el IRPF.
Aunque esto pueda parecer un golpe fiscal importante, existe una ventaja que puede mitigar el impacto. El Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) ha determinado que si la prestación por desempleo se generó en más de dos años (es decir, si el trabajador cotizó durante un periodo superior), se puede aplicar la reducción del 30% por rentas irregulares.
Supongamos que un trabajador capitalizó 30.000 euros en 2020, pero en 2024 vende sus participaciones en la empresa. En ese caso, en su declaración del IRPF de 2024 podrá aplicar la reducción del 30% sobre ese importe, disminuyendo así la base imponible y, por tanto, el impuesto a pagar.
Conclusión.
La capitalización del paro puede ser una herramienta útil para quienes quieren emprender un negocio, ofreciendo no solo liquidez sino también ventajas fiscales. Sin embargo, es fundamental conocer y respetar los requisitos legales para evitar los problemas con Hacienda. Si por alguna razón no se puede cumplir con la permanencia mínima de cinco años, es importante regularizar la situación correctamente y aprovechar la reducción fiscal disponible para minimizar el impacto económico.